Los problemas económicos y la
presión laboral han llevado a más de un profesor a episodios de depresión y a
ser internados en sanatorios.
De acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el ‘síndrome de burnout’, también
conocido como ‘malestar docente’, es una de las causas más frecuentes que
llevan al fracaso profesional de los docentes. Un estudio que arroja luces
sobre el problema en Colombia es el que realizaron Zamanda Correa, Isabel Muñoz
y Andrés Chaparro para la Universidad del Cauca y que fue publicado en 2010.
Después de estudiar
a 44 profesores de dos universidades de Popayán, entre los 20 y 40 años “se
encontró una frecuencia del 9% de alta despersonalización”, es decir, estos
docentes desarrollaron actitudes negativas y de insensibilidad hacia sus
alumnos; además presentaron “frecuencias del 16% y del 9% de altas
consecuencias físicas y sociales, respectivamente”. Las razones de estos
resultados, según los investigadores, fueron estrés laboral, largas jornadas de
trabajo y aburrimiento por la rutina personal y académica.
En otro estudio,
presentado por Katty Collantín Cardona, estudiante de comunicación social de la
Fundación Universitaria Luis Amigó en Medellín, se evidencia como el “estrés
laboral” termina en la más profunda de las depresiones. Collantín narra la historia
del profesor Víctor, quien terminó internado en un hospital psiquiátrico:
“Transcurrido el primer mes, Víctor conoció a otra profesora, Domitila Angulo,
quien llevaba un año recluida en esta clínica. La maestra venía remitida del
municipio de El Bagre (Antioquia) y murió tras mezclar medicamentos con licor y
otras cosas”.
A las enfermedades
laborales se unen más preocupaciones, como la ausencia de un salario digno, la
baja calidad educativa, la dificultad de acceder a la educación superior y la
falta de incentivos para adelantar proyectos de investigación, como lo demostró
un estudio que publicó la Fundación Compartir a comienzos de este año. En
Colombia, un docente gana menos que un profesional asalariado. Mientras que un
profesor devenga aproximadamente $1’517.220 mensualmente, un profesional recibe
cerca de $2’678.638.
Lo triste es que la
batalla contra los complejos psicológicos de los maestros se mantiene en
silencio por mucho tiempo y se padece en soledad.
* Nombre cambiado
para proteger a la fuente.
Referencia
Todos por la
educación. (2014, 21 de junio). ¿Qué deprime a un maestro en Colombia?. El Espectador. Recuperado de: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/deprime-un-maestro-colombia-articulo-499797
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